La Mar de fondo es un fenómeno producido a raíz de tormentas, que se desarrollan a una distancia considerable de la costa. Hoy hablaremos de la Mar de fondo y la pesca.
Las bajas presiones y la acción del mar crean unas “ondas” que se van convirtiendo en olas conforme se acercan a la costa. Estas olas son producidas por el mar y no por el viento, independientemente de si lo hay o no. Y es evidente que si también hubieran olas producidas por el viento, éstas serían anuladas ya que la Mar de fondo es más potente.
No es difícil reconocer cuando hay mar de fondo: las olas van llegando a la costa manteniendo la misma tónica. Son idénticas y mantienen la misma distancia las unas de las otras. A esta distancia entre olas la llamamos “longitud de onda”. También es fácil conocer a que profundidad están afectando las olas, basta con una simple operación: Profundidad = Longitud de Onda / 2. Por ejemplo si entendemos que la Longitud de Onda es de 10 metros, calculamos que está afectando a una profundidad de 5 metros. Por lo tanto, podemos imaginar que tenemos varias “columnas de agua” que se acercan a la costa a una velocidad constante, y que se detendrán cuando toquen tierra. En este ejemplo, cuando la profundidad sea de 5 metros; entonces la ola romperá con violencia, levantando la arena y todo tipo de crustáceos, lapas, animalillos, gusanos y demás nutrientes.
Después de esto se produce un efecto inverso, una recuperación de agua desde la orilla hacia el fondo; que conocemos más comúnmente como “resaca”. Esta resaca se realiza a ras de suelo, con lo cual tenemos que la arena y demás animalillos que ha levantado la ola al romper son trasladados por la resaca hacia el fondo. Cuando la resaca pierde fuerza o encuentra algún accidente en su camino, se va depositando la arena y todo lo que transporta, dando lugar a la creación de Bancos de arena y Pozas; que se convierte en una zona caliente por la acumulación de alimento.
En lo que se refiere a la pesca no es recomendable su práctica con Mar de fondo. Puede resultar muy incómoda ya que la fuerza de las olas mueve mucho los plomos y enreda la línea con facilidad, también estas bajas presiones suelen estar acompañadas de fuertes vientos. A demás, los peces no suelen encontrarse cómodos con este fenómeno, buscando tranquilidad a más profundidad o cobijo en las rocas.
Pero si aún así estamos dispuestos a tentar a la suerte lo recomendable es utilizar líneas gruesas que con la turbiedad del agua no serán tan apreciables; también podremos colocar cebos olorosos como la sardina, ya que con el movimiento de agua ampliará su radio de acción.